Felicidad ... ¡!!

http://youtube.com/watch?v=YgUkbfIh0OQ

http://youtube.com/watch?v=yRhLPPevLs8

Eran dos discípulos que además de la amistad que los unía, tenían el mismo anhelo de trascender y llegar a la plenitud y a la iluminación. Un día decidieron dedicarse por completo a la búsqueda del bienestar, el equilibrio y la felicidad, así que su maestro los envió a vivir en las montañas, para dedicarse a una vida simple y mística.

Después de haber construido su refugio, a uno de ellos se le ocurrió plantar un rosal para embellecer un poco el lugar donde vivían y poder disfrutar del maravilloso olor y el espléndido colorido de las rosas. Pero enseguida descartó la idea, pues pensó que el rosal le quitaría tiempo a sus meditaciones y reflexiones. Además, estaba el asunto del apego, aspecto tan criticado en sus creencias. Un rosal lo haría sufrir y, si algún día tenía que mudarse del lugar, perdería la felicidad.

A su compañero, en cambio, le gustó la idea y plantó su propio rosal. Transcurrió el tiempo y el rosal germinó, ofreciendo al cabo de un tiempo; primorosas y llamativas rosas. Nuestro hombre estaba feliz, contemplando y disfrutando diariamente el milagro de la naturaleza. Todo ese esplendor le servía para meditar y abrir su mente y corazón para ponerse en contacto con el Creador. Las rosas ayudaban a cultivar su sensibilidad, a desarrollar su sentido místico y a fundirse con Dios.

Su compañero, arrepentido, comenzó a lamentarse por no haber plantado su rosal, y de no poder disponer de sus propias rosas. No dejaba de pensar en lo que pudo haber sido y no fue; cada vez que se abría un botón, la explosión de color y olor hacía que sintiera envidia por la obra del amigo. La infelicidad lo poseyó poco a poco, huyó amargado y frustrado para no ver el logro del otro a su lado.

Es importante aprender a disfrutar de las cosas buenas, que la vida nos ofrece a cada momento, sin dejarnos esclavizar por ellas, para evitar el sentimiento de pertenencia y envidia… producto de la ignorancia. Hay momentos buenos y otros que no…. Lo correcto es encontrar lo positivo y agradable de cada situación, aprendiendo y disfrutándolo…. En el día a día vemos actos violentos y llenos de agresividad… Pero, mirando con detenimiento, esta también la parte buena solidaria, sensible; la que no llama la atención, y forma parte de la vida.

Gozamos de grandes privilegios; la familia, amigos, trabajo, tenemos salud… importantísimo en estos tiempos. … no tenemos de que quejarnos… deberíamos estar contentos… realmente es un bendición…. Pero compartimos esta vida con los derrotistas… a los que siempre les falta cinco para el peso… no dejan pasar la oportunidad para lamentarse de lo que no tienen y lo que deberían tener… viven quejándose… de todo… hijos, trabajo… en una palabra se creen que el mundo conspira contra ellos… lo único que consigue, hacer todo mas denso… no viendo lo positivo de la situación para hacerla mas llevadero.

Aprendamos a ser felices, aprendamos a discernir lo bueno… lo positivo de las situaciones que vivimos, saber que todo estará bien, aceptar las grandes pequeñas cosas que nos da la vida.

La rutina nos hace perder la capacidad de asombro… estamos pendientes de lo que tenemos que hacer y lo que nos falta, sin disfrutar la experiencia espléndida, que es la vida; pasa a nuestro lado, a veces … sin darnos cuenta.

La felicidad, no consiste en tener lo que se quiere sino en querer lo que se tiene.

Hay que disfrutar del presente, darle rienda suelta a los sueños… hay que ponerse metas, con pasos cortos para cristalizar nuestras quimeras… sacar todo lo que no va… Como decimos vaciar la mochila… se optimista… y nunca…; nunca bajes los brazos…
Aprendamos a soltar… a perder el miedo… aceptándonos tal cuál somos; sin caretas… sin almidón, acerquémonos a D´s…. un remanso para nuestro interior…. Aprendamos a amarnos nosotros… para poder amar a los demás. ... SEAN FELICES ... ¡!! SilviaZAK...