Hace un tiempo, decidí estar conmigo. Este estar… va dando sus frutos. El año anterior fue de cambios, de soltar, dejar ir.
Sin análisis, sin censuras, sin tratar de entender el por qué.
La vida es una novela, con afectos, vínculos; con cosas lindas y cosas feas.
Con personajes, angelicales o villanos… que por un tiempo serán nuestros maestros… enseñándonos el arte de vivir.
Se tenga la edad que se tenga, uno sigue dándose contra la pared… bien decía mi abuela…
“La cabra siempre tira al monte”…
Si… tengo muy claro quien soy y que es lo que quiero. Aunque muchas veces este “saber lo que quiero”, no se pueda poner en acto.
Los que me quieren bien no se asusten...sigo siendo aquella que conocieron… salvando la distancia… el embate del tiempo… y los achaques de los años. …Dejo de ser pequeña, y hoy es una MUJER… pero muy internamente, siempre será… “La pequeña y dulce, Silvia”.
De a poco voy regresando… Siempre en mi corazón, los quiero. Silvi.
6 comentarios:
¿adonde habías ido? ¿Espero que no muy lejos de tus propios pies?....
un beso
juank
La Silvia que yo he tenido la oprtunidad de conocer a través de su blog, es la que me gusta, así que espero que no cambie y me dure muuuuucho, es que soy muy egoista.
José María
las personas íntegra solo cambian la fachada...el interior solo madura...un abrazo
No hay forma de estar con el otro sin haber estado previamente con uno mismo.
Besos.
Uno es en esencia siempre el/la mismo/a aunque la vida nos haga madurar y cambiar en apariencia. Aprender a conocerse es algo que nunca acaba.
un abrazo.
qué bueno, silvi!
feliz día del libro!
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