La fiesta de Purim no esta en la Tora, sí tiene su fuente en un libro de la Biblia, el rollo (Meguilá) de Ester que figura en la tercera parte.
La fiesta de Purim se festeja en Adar, más precisamente el 15 de dicho mes. Cuando el año es bisiesto se festeja en Adar II. Purim significa "suerte" o "destino". El origen a esta fiesta sucedió en la antigüedad, alrededor del Siglo VI A.E.C., en Persia.
En dicho lugar vivía una importante comunidad judía, cuyas vidas estaban en constante peligro. Muchos estaban radicados desde antes de la destrucción del Primer Templo (568 A.E.C.); cuando asumió el Rey persa Assuero, quien gobernó un imperio de más de 127 estados, según datos del libro de Ester.
Lo caracterizaba la vida palaciega, donde distintas confabulaciones se tejían contra la ley. … Grandes banquetes ocupaban parte de sus días. El Soberano nombró como primer ministro a Hamán Haagagui, resulto ser antijudio; provenía de los Amalekitas, pueblo que odiaba a los judíos desde la conquista de Israel por parte de Josué.
Se cuenta que el Rey Assuero de Persia se enojó con su esposa Vashti, la destrona y ordena a sus consejeros y nuncios que le busquen reemplazante. La futura reina debía ser la doncella más bella del Imperio.
Primer registro en la Biblia de concurso de belleza, abocado a la búsqueda de una nueva reina, Hamán se solía encontrar con Mordejai el judío, hombre cercano a palacio. En cierta oportunidad salvó al Rey de una muerte segura; urdida por Bigdan y Teresh.
Mordejai no solía rendirle ni rendibú ni pleitesía, lo que despertó la ira en Hamán, en un ataque de rabia decidió que todos los judíos del imperio debían morir. Le presentó este edicto al Rey Assuero para que lo firmara y así poder ejecutarlo inmediatamente.
En su escrito acusaba a los judíos de traicionar al Imperio. Este creyó en sus palabras y dejó en manos de Hamán y actura según su criterio. … Engendrando odio hacia los judíos. Se puede leer la alucinación antijudía de Hamán y ver cuán poco cambió el antisemitismo a lo largo de los milenios: "... hay un pueblo esparcido y disperso por entre los pueblos, en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son distintas de las de todo el pueblo y ellos no cumplen las leyes del Rey, de modo que al Rey no le conviene tolerarlos.
Si pues al Rey le place escríbase que sean destruidos..." (Ester III-8-9). Ya había una fecha para este "pogrom", según había caído el Pur en el mes 12, que es el mes de Adar. Un hecho milagroso salvó a todos los judíos del imperio de la muerte: Mordejai tenía una hermosa sobrina, Ester, que educaba y cuidaba y a quien convenció para que se presentara al concurso de belleza del cual debía salir la futura esposa del emperador. Con visión profética, Mordejai le recomendó a Ester, cuyo verdadero nombre hebreo era Hadasa, que no revelara a nadie su origen judío ni su linaje. Así fue como Ester, la sobrina judía de Mordejai, cayó en gracia a los ojos del Rey y fue elegida como reina y esposa por ser la más bella. Acto seguido, la reina Ester reveló al Rey su origen judío y que si mataban a todos los suyos también la matarían a ella. Sólo este milagro pudo salvar al pueblo judío de la muerte cuando se acercaba el día establecido para aniquilarlo. El Rey mandó llamar a Hamán y lo hizo colgar del mismo árbol que había preparado para ahorcar a Mordejai el 15 de Adar, el día señalado. De esta manera, la fecha prevista para aniquilar a los judíos se transformó en la alegre fiesta de Purim. El 14 de Adar es día de ayuno de Ester. Ese día, ella había fijado revelarle al Rey su origen judío, por lo que pidió a la comunidad que la apoyara espiritualmente para que en su encuentro con su flamante esposo obtuviera la salvación de sus hermanos. Así lo hicieron los líderes judíos, de modo tal que ese día quedó en el calendario como día de ayuno, que comienza al amanecer y se extiende hasta la caída del sol.
" ..... Y salió Mordejai de delante del rey con vestido real de cárdeno y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura: y la ciudad de Susa se alegró y regocijó".(Libro de Esther 8:15) "Establecieron y tomaron los judíos sobre sí, y sobre su simiente...el celebrar estos dos días... cada año."
(Libro de Esther 9:27).
El rey Ajashverosh tenía ahora muchas razones para enorgullecerse de su reina Esther, porque se había enterado que era descendiente de la familia real de Saúl, primer rey de los judíos. Cuando Ajashverosh supo luego que Mordejai también descendía de la misma noble familia y era en realidad primo de Esther, lo nombró inmediatamente sucesor de Aman en el cargo de Primer Ministro y consejero principal.
Ajashverosh cedió a Esther el principesco de Aman y a Mordejai el sello real que retirará de manos de aquel.
Por ello, Esther fue de nuevo al rey para rogarle por sus hermanos sentenciados. Cayó a sus pies y con lágrimas en los ojos le imploró que desviase la terrible suerte que les aguardaba.
La devoción de Esther por su pueblo conmovió profundamente al rey. Quería aliviar su pena, pero por desgracia había grandes dificultades para anular el decreto, porque éste había sido emitido por orden del rey, en su nombre, y ostentaba el propio sello real. Un decreto semejante era, según el rey , irrevocable.
Pero, al fin, se arbitró una solución. Se publicaría un nuevo decreto en nombre del rey, en el cual se declararía que Aman había abusado de la confianza real al emitir órdenes falseadas; en lugar de dictar un decreto suprimiendo la persecución a los judíos en todo el vasto imperio persa, como era intención y deseo del rey, ¡el traicionero Aman había ordenado el exterminio de los leales súbditos judíos!
Los escribas del rey fueron de nuevo convocados y los decretos se redactaron debidamente, dictados esta vez por Mordejai en persona.
Cuando llegó el 13 de adar, día en que los judíos iban a ser exterminados por Aman y sus esbirros, los judios se congregaron en las plazas públicas de todos los pueblos y villorrios en que residían, deteniendo y ejecutando a todos sus perversos y crueles enemigos convictos. En todo el reino de Persia fueron ejecutados setenta y cinco mil asesinos confesos y otros quinientos en Susa. Los diez hijos de Aman fueron igualmente pasados por las armas.Cuando el rey enteró a Esther de estas novedades, le preguntó si estaba satisfecha.
El justo reclamo de Esther fue inmediatamente concedido. Y de tal modo, mientras los judíos allende de murallas de Susa descansaban y celebraban festividad el 14 de adar, los judíos de la ciudad estaban ocupados con la desagradable tarea de limpiarla de villanos y asesinos.
Desde entonces, el décimo cuarto día de Adar, fue consagrado como festividad de Purim, para conmemorar el gran milagro de la salvación de nuestro pueblo y la caída del malvado Aman. Los judíos que vivían en ciudades amuralladas como Susa, consagraron el décimo quinto día de Adar como Susa, consagraron el décimo quinto día de Adar como día de descanso y fiesta, y es el que hoy denominamos Shushan Purim.
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