Debemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquí existió un mundo donde prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.
G.G.Márquez
G.G.Márquez
2 comentarios:
Precioso pensamiento.Me gusta!
Un abrazo.
Que siempre haya un margen, aunque pequeño, para lo mejor de nosotros...
Publicar un comentario