25 años de fidelidad… ¡!!

Soy de aferrarme a las cosas, me da lastima soltar… Uds. se preguntaran a que viene esto… Les paso a contar… hace aproximadamente 25 años a casa, en ese momento piso, entro una lavadora de ropas.

Cuando nos casamos, teníamos una… no recuerdo si nos la regalaron cuando nos comprometimos o la habíamos heredado. El caso es… que no tenía ninguna función y perdía horas en el lavadero al enjuagar; para los primeros tiempos sirvió. Dado a nuestros trabajos y el poco tiempo para estar juntos decimos salir en busca de una nueva lavadora, que lo único que se debiera hacer, era programarla y colgar. Así es como entro a casa el “lava pirulo importado” (AURORA GRUNDIG origen España); fue amor a primer a vista… lo vi y dije ese. Nuestro idilio duro hasta 28 de diciembre del año que paso, jamás lo deje tocar por nadie, solo por el servicio técnico. Alguna que otra vez se trago medias… centrífugo algún Suéters, que luego no sirvió ni para manta de perro… fue nombrado en alguna disputa marital “así como manejas el lavarropas nos manejas a todos”… pero a palabra electrocutantes oídos desenchufados; y también asustaba gente… mis suegros y papas, tenían llaves, al entrar escuchaban ruidos… les llevo algún tiempo acostumbrarse al pequeño… solo se escuchaba cuando centrifugaba.

Le conocía todos los síntomas, sabia si podía meter mano o debía llamar al técnico. Después de hacer saltar la térmica y dejarme sin luz por varias hora… se puso en corto y feneció; no tenia demasiado tiempo para hacer el duelo, el canasto de la ropa sucia iba creciendo, con la partida de defunción en mano… y lagrimas en los ojos… salí en busca de su reemplazo… súper moderno… nacional por los repuestos; muy estético, con más capacidad… pero jamás superara a mi pequeño. Todavía lo tengo el patio… ya ni para repuesto sirve… no se si hacer un macero… jajaja, es una broma. Lo debo dejar descansar… el pobre cumplió su ciclo. Silvi.